miércoles, 31 de octubre de 2018

El Prendimiento y La pasión de Jesús


Entre curiosidades antiguas interesantes, hay que mencionar el libro La Pasión de Jesús, de Antonio Altadill (Madrid, 1855). A partir de esta obra, se compuso El Prendimiento, el drama sacro que se representa en la extraordinaria Semana Santa de Jumilla, en la Plaza Arriba el día de Miércoles Santo. A las escenas seleccionadas, se añadieron los parlamentos de Lucifer, escritos por José María Martínez Iñiguez.

La Pasión de Jesús es una obra de teatro en seis jornadas (115 páginas), con muchos personajes, como se ve en la lista reproducida aquí. Esta obra fue estrenada en Valencia en 1855 con música del maestro Luis Cepeda. Tal y como sugiero en la introducción de la novela Crimen, venganza y expiación (1863) de José María Martínez Iñiguez, es posible que el propio Iñiguez (que seguramente estudiaba Derecho en Valencia) trajera La Pasión de Jesús a Jumilla, y adaptara la obra para hacer nuestro Prendimiento. Iñiguez escribió el papel del demonio, lo representó al comienzo, y solamente pudo introducir esta innovación en la obra sacra si quienes celebraban la Semana Santa en aquel tiempo y el grupo de actores que puso en pie los primeros Prendimientos aceptaban su liderazgo. Es curioso constatar que se ha perdido la memoria de una figura que tuvo una intervención tan importante en la Semana Santa de Jumilla.



En el texto original de La Pasión de Jesús, Lucifer aparece solo brevemente con cuatro versos en la página 59 justo cuando Judas se ahorca, y entonces se abren los infiernos y un coro de demonios recita ocho versos para recibir al traidor. Sobre esta base mínima, Martínez Iñiguez introdujo a un Lucifer protagonista, con largos parlamentos que comienzan con el famoso “¡Mundo atención! Ronca estalla del príncipe del averno la voz que al orbe avasalla. Hoy se libra una batalla entre el cielo y el infierno.” Todas las expresiones del demonio en nuestro Prendimiento son muy similares a las que aparecen en la novela de Martínez Iñiguez, por lo que la autoría está confirmada.


Además, otro aspecto importante de nuestra Semana Santa, la entrada de Jesús en Jerusalén el Domingo de Ramos, es una escenificación tomada de La Pasión de Jesús de Antonio Altadill. El poema recitado por Jesús sobre la burrica está tomado de las páginas 12 y 13 de la obra, como se ve en estas fotografías. Quienes comenzaron el Prendimiento en Jumilla, sacaron esta escena de la obra de Altadill para introducirla en la procesión de Ramos.



martes, 23 de octubre de 2018

La leyenda del Rey Pedro I y el castillo de Jumilla

Buscando información sobre la novela Crimen, venganza y expiación, encontré en el periódico La Época de 7 de septiembre de 1896, un texto literario que cuenta la leyenda del Rey Pedro I el Cruel, donde Jumilla juega un papel relevante en la guerra entre el Rey y su hermanastro Enrique.

Se trata de la novela Men Rodríguez de Sanabria, un bonito relato de gusto medieval publicado anteriormente en Madrid en 1855, por el autor sevillano Manuel Fernández y González. El periódico La Época reprodujo capítulos de este relato, como era frecuente en la prensa de la época, y la gente seguía aquellas entregas como hoy se siguen las series o los programas de televisión. Los relatos medievales estaban de moda entonces, desde Ivanhoe (Walter Scott, 1820), y Hernani (Victor Hugo, 1830, una pieza teatral sobre el medievo español), dos obras de mucho éxito.

La novela Men Rodríguez de Sanabria (memorias del tiempo del Rey don Pedro el Cruel) cuenta la historia de un valiente capitán de Pedro I, con algunas imágenes tenebrosas, que reconocerá enseguida quien haya disfrutado de las aventuras del Capitán Trueno. El nombre de Men es claramente de origen godo (como "hombre" en alemán, inglés y sueco). En lengua española tenemos palabras de origen germánico, como Burgos (misma raíz de Estrasburgo, Hamburgo), feudal, y nombres como Federico y Rodrigo (de ahí viene el apellido de Men, nuestro intrépido capitán).



El primer fragmento recogido aquí es el comienzo del capítulo VI, Traición contra traición. En la España de aquel tiempo se vivían tres guerras simultáneas. El Rey Pedro I luchaba contra su hermanastro Enrique, que luego llegaría a ser Rey con el título de Enrique II. Al mismo tiempo Pedro I de Castilla luchaba contra Pedro IV de Aragón, el Ceremonioso, en La Guerra de los Dos Pedros. En esas guerras el castillo de Jumilla jugó un papel importante porque se encontraba en la frontera. Además, tanto Castilla como Aragón continuaban sus disputas con los territorios musulmanes de Andalucía, siguiendo una expansión que había sido espectacular bajo los antecesores Jaime I el Conquistador, Fernando III el Santo y Alfonso X el Sabio.

En el punto reseñado de la novela, el infante de Aragón Fernando, marqués de Tortosa, envía desde Jumilla una carta fechada en 1358, a Fadrique Alfonso de Castilla, hermano de Enrique, diciendo que el alcalde de Jumilla se ha rebelado contra el Rey don Pedro. Los aragoneses ayudaban así a Enrique en su lucha fratricida contra Pedro. Pero tras varios pulsos, Jumilla quedó del lado del Rey don Pedro. Como es sabido, fue Pedro I de Castilla quien concedió un amplio término municipal a Jumilla y los montes comunales, y tanto el Rey Enrique II, que sucedió a Pedro, como posteriores, confirmaron aquella concesión de Pedro I, por la que Jumilla siempre ha estado tan agradecida.


En esta magnífica lámina, se ve a nuestro héroe velando sus armas. La novela Men Rodríguez de Sanabria cita Jumilla al menos en las páginas 127, 128, 176, 177, 183, 202 y 239 del original. El relato es leyenda, mito, amores, caballeros, donde desfilan Juan sin Diente, la sensual Leila, y el judío don Simuel. Pura aventura. La novela puede leerse en esta entrada de la Biblioteca Nacional. Para la Historia de verdad, hay dos episodios muy interesantes por lo que respecta a Jumilla medieval. Uno anterior: la conquista para Alfonso X por el Infante don Fadrique, estudiado en este artículo de Alfonso Antolí en Murgetana número 88, 1994. Y el que relata la novela: la vida del Rey don Pedro, que ha sido muchas veces fabulada, como explica este artículo de Rebeca Sanmartín en la Revista de Literatura del CSIC, 2003.

miércoles, 17 de octubre de 2018

La romería de Santa Cecilia en 1880

Investigando sobre Jumilla en el siglo XIX, a propósito de la novela Crimen, venganza y expiación de José María Martínez Iñiguez, he encontrado algunas noticias interesantes en la prensa de la época.

Seguramente algunos expertos conozcan ya estas noticias, pero me ha parecido interesante presentarlas en este medio, que busca la promoción de la cultura. En esta entrada y en otras se irán publicando estas noticias para mayor conocimiento general.

Hoy ofrezco la noticia sobre la romería de Santa Cecilia, aparecida en La Ilustración Española y Americana del 30 de mayo de 1880. Esta romería tuvo lugar a principios de aquel mes de mayo, y el periódico de Madrid dio noticia del evento a través de la comunicación de D. Emilio Vilomara desde Jumilla. En su carta, Vilomara incluyó una fotografía que La Ilustración transformó en grabado, reproducido más abajo.

En la novela Crimen, venganza y expiación (1863) se dice que "tres o cuatro veces al año" la imagen de la Abuela Santa Ana salía en romería (página 260 de mi edición). Además existía la romería de Santa Cecilia, que se describe en esta noticia, y que también tiene lugar en el monte de Santa Ana. La Nueva Asociación Musical de Jumilla organizó el evento, que sin duda tendría el propósito de hacer un homenaje a la música.

Esto quiere decir dos cosas. Los jumillanos eran muy aficionados a este tipo de celebraciones y a festejar todo en Santa Ana. (Cabría añadir que la costumbre de las fiestas populares y el paseo hacia el monte continúa hasta la actualidad). En segundo lugar, la noticia demuestra igualmente que la pasión de Jumilla por la música viene de lejos. La Asociación musical dio "una serenata la noche de la romería" y seguro iría tocando desde Santiago a la montaña, y a la vuelta. La tradición musical sigue en pie hoy en día, con dos magníficas bandas y tantos buenos músicos y compositores.


Texto del artículo de La Ilustración Española y Americana, 30 mayo 1880:

JUMILLA (MURCIA): FIESTAS DE LA ROMERÍA DE SANTA CECILIA

Jumilla, una de las principales poblaciones de la provincia de Murcia, ha celebrado en los días 8 y 9 del actual (mes de mayo 1880) su animada romería al Monasterio de Santa Ana, célebre porque en él habitaron muchos años San Pascual Bailón y el beato Andrés Ybernón, a quien se venera en una capilla de la catedral de Murcia.
A las dos de la tarde del día 8 fue conducida en procesión desde Jumilla al referido monasterio la imagen de Santa Cecilia, en cuyo honor se celebraba la romería, cantándose solemnes vísperas con acompañamiento de armónium. Por la noche se quemaron vistosos fuegos artificiales, concluyendo el programa de aquel día con una serenata dada por la Nueva Asociación Musical de Jumilla, organizadora de los festejos.
Al día siguiente hubo gran función religiosa en Santa Ana, comida a los pobres, y procesión en los alrededores del monasterio. Después fue restituida la imagen a la parroquial de Santiago, en medio de un numeroso gentío, que aclamaba a la Santa y a la Sociedad musical, que tan satisfactoriamente supo llenar su cometido.
Según nos escribe el Sr. D. Emilio Vilomara, a cuya atención debemos la fotografía que reproducimos en la página 349, la animación en los dos días ha sido grandísima, el orden completo, y general la satisfacción con que el honrado vecindario de Jumilla ha celebrado esta fiesta, a un tiempo religiosa y artística.



Grabado que reproduce la foto de la romería de Santa Cecilia ante el Convento de Santa Ana, 1880.