Buscando información sobre la novela Crimen, venganza y expiación, encontré en el periódico La Época de 7 de septiembre de 1896, un texto literario que cuenta la leyenda del Rey Pedro I el Cruel, donde Jumilla juega un papel relevante en la guerra entre el Rey y su hermanastro Enrique.
Se trata de la novela Men Rodríguez de Sanabria, un bonito relato de gusto medieval publicado anteriormente en Madrid en 1855, por el autor sevillano Manuel Fernández y González. El periódico La Época reprodujo capítulos de este relato, como era frecuente en la prensa de la época, y la gente seguía aquellas entregas como hoy se siguen las series o los programas de televisión. Los relatos medievales estaban de moda entonces, desde Ivanhoe (Walter Scott, 1820), y Hernani (Victor Hugo, 1830, una pieza teatral sobre el medievo español), dos obras de mucho éxito.
La novela Men Rodríguez de Sanabria (memorias del tiempo del Rey don Pedro el Cruel) cuenta la historia de un valiente capitán de Pedro I, con algunas imágenes tenebrosas, que reconocerá enseguida quien haya disfrutado de las aventuras del Capitán Trueno. El nombre de Men es claramente de origen godo (como "hombre" en alemán, inglés y sueco). En lengua española tenemos palabras de origen germánico, como Burgos (misma raíz de Estrasburgo, Hamburgo), feudal, y nombres como Federico y Rodrigo (de ahí viene el apellido de Men, nuestro intrépido capitán).
El primer fragmento recogido aquí es el comienzo del capítulo VI, Traición contra traición. En la España de aquel tiempo se vivían tres guerras simultáneas. El Rey Pedro I luchaba contra su hermanastro Enrique, que luego llegaría a ser Rey con el título de Enrique II. Al mismo tiempo Pedro I de Castilla luchaba contra Pedro IV de Aragón, el Ceremonioso, en La Guerra de los Dos Pedros. En esas guerras el castillo de Jumilla jugó un papel importante porque se encontraba en la frontera. Además, tanto Castilla como Aragón continuaban sus disputas con los territorios musulmanes de Andalucía, siguiendo una expansión que había sido espectacular bajo los antecesores Jaime I el Conquistador, Fernando III el Santo y Alfonso X el Sabio.
En el punto reseñado de la novela, el infante de Aragón Fernando, marqués de Tortosa, envía desde Jumilla una carta fechada en 1358, a Fadrique Alfonso de Castilla, hermano de Enrique, diciendo que el alcalde de Jumilla se ha rebelado contra el Rey don Pedro. Los aragoneses ayudaban así a Enrique en su lucha fratricida contra Pedro. Pero tras varios pulsos, Jumilla quedó del lado del Rey don Pedro. Como es sabido, fue Pedro I de Castilla quien concedió un amplio término municipal a Jumilla y los montes comunales, y tanto el Rey Enrique II, que sucedió a Pedro, como posteriores, confirmaron aquella concesión de Pedro I, por la que Jumilla siempre ha estado tan agradecida.
En esta magnífica lámina, se ve a nuestro héroe velando sus armas. La novela Men Rodríguez de Sanabria cita Jumilla al menos en las páginas 127, 128, 176, 177, 183, 202 y 239 del original. El relato es leyenda, mito, amores, caballeros, donde desfilan Juan sin Diente, la sensual Leila, y el judío don Simuel. Pura aventura. La novela puede leerse en esta entrada de la Biblioteca Nacional. Para la Historia de verdad, hay dos episodios muy interesantes por lo que respecta a Jumilla medieval. Uno anterior: la conquista para Alfonso X por el Infante don Fadrique, estudiado en este artículo de Alfonso Antolí en Murgetana número 88, 1994. Y el que relata la novela: la vida del Rey don Pedro, que ha sido muchas veces fabulada, como explica este artículo de Rebeca Sanmartín en la Revista de Literatura del CSIC, 2003.
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