miércoles, 28 de noviembre de 2018

El vino de Jumilla se moviliza en 1895


Los agricultores y bodegueros de Jumilla organizaron una importante asamblea en 1895, en el recién inaugurado Teatro Vico, en la que participaron representantes de pueblos cercanos y numerosos políticos y periodistas, para defender la producción de vino contra las medidas del gobierno. La junta extraordinaria tuvo lugar el 28 de abril de 1895, y la crónica fue publicada en El Correo Español el 2 de mayo de ese año. La crónica que reproducimos hoy, firmada por Sirvio, es un texto ameno y de gusto literario, que explica perfectamente el ambiente que se respiró en aquella asamblea.

El Teatro Vico, inaugurado apenas doce años antes en 1883, estaba repleto. La reunión demostraba el poder de convocatoria de la Cámara Agrícola de Jumilla, ya que asistieron representantes de Yecla, Villena, Aspe, Sax, Pinoso y otros pueblos de la “región murciano-alicantina”. El activismo de los elaboradores de vino de Jumilla buscaba proteger la agricultura, la supresión del impuesto de consumo sobre los vinos, un mejor trato a la industria de alcoholes, y la creación de ferrocarriles para transporte de los productos agrícolas y en especial el vino. La movilización de Jumilla seguía las que se estaban produciendo en otras comarcas vinícolas, como Tarazona, Calatayud, Reus y Cariñena.

Es el momento en que la elaboración del vino en Jumilla comenzó a tener una gran importancia económica debido a la plaga de filoxera en otras regiones, que se había iniciado en Francia en 1868. Los productores franceses y de otros lugares llegaron a Jumilla, donde la cepa monastrell era resistente a la plaga, y comenzaron a dinamizar y modernizar la industria del vino. La reunión demuestra la temprana potencia de Jumilla en el mundo del vino. Merece la pena leer el artículo.


Esta parte del texto explica la movilización:

"La Cámara Agrícola de esta villa, siempre animada de laudables sentimientos por todo aquello que puede hacer en beneficio de la Agricultura e inspirándose siempre en los fines de su institución, concibió el laudable pensamiento de celebrar una reunión extraordinaria en el Teatro de la localidad, invitando al efecto a los pueblos de la región murciano-alicantina, diputados y senadores de estas comarcas, ateneos y círculos, prensa y grandes hombres de todos los partidos y al pueblo entero, que como un solo hombre concurrió a adherirse a los acuerdos que en ella se tomaron y a protestar con todas sus fuerzas y energías del ominoso yugo que los oprime y amenaza privarles de la vida."

Entre los oradores, se cita a Antonio Carpena, notario de la villa que actuaba como Presidente de la Cámara Agrícola, Casimiro Jiménez, el abogado Albano Martínez, el médico Roque Martínez, y el profesor de primera enseñanza José Martínez Martí. Reproducimos una parte del impresionante discurso de Albano Martínez, que despertó una fuerte ovación entre el público asistente:

"A nadie ha de extrañar este cariñoso abrazo, esta corriente de simpatías que se establece de pueblo a pueblo, de ciudad a ciudad. Las nupcias de Alicante y Murcia, que bendijera la naturaleza en el Mediodía, tendiendo sobre los desposados ese manto de verdura, bordado de flores y frutos, cuajado de azahar, vino a consagrarla en trabajo humano… poniendo sobre sus hombros un cordón púrpura que al principio fue un hilo de espumoso vino y después se convirtió en río de roja sangre que enturbian hoy nuestros sudores de muerte y nuestras amargas lágrimas."


En una entrada anterior del blog Yumiella Cultura vimos cómo la Cámara Agrícola defendió los montes públicos de Jumilla en 1894. Esta asamblea de 1895 demuestra que la misma Cámara estuvo muy activa también para defender la viña y el vino. Pero la historia no termina aquí. Más adelante, la Cámara Agrícola se empleó a fondo cuando, tras la Guerra de Cuba y la pérdida de las últimas colonias españolas en el desastre de 1898, los gobiernos de turno quisieron gravar con más impuestos la agricultura y el vino. La Cámara Agrícola de Jumilla se movió de nuevo para evitar esos impuestos, que eran demasiado rigurosos, como explica el historiador Vicente Montojo en este trabajo en Murgetana número 124 de 2011. Montojo subraya que la Cámara de Jumilla es uno de los casos más notables de asociacionismo cívico en la Región de Murcia.


La actividad incansable de agricultores, bodegueros y empresarios de Jumilla consiguió progresos importantes en aquella época. Para los agricultores y para las bodegas era fundamental sacar sus productos al puerto de Alicante o, mejor incluso al de Gandía. Su insistencia permitió llevar el ferrocarril hasta Jumilla. Unos años antes había sido completada la línea férrea Villena – Yecla, y el 29 de enero de 1905 se inauguró la línea Yecla – Jumilla, que permitía transportar el vino a los puertos del Mediterráneo. Unos años después, en 1910 se inauguraba la Estación Enológica, que confirmaba la importancia de la industria del vino en Jumilla. Pero sobre esta época traeremos nuevos datos históricos más adelante.

En fin, volviendo a la reunión de 1895, en las últimas líneas del artículo, el periodista pide perdón por dar su opinión sobre la política del momento, que no tiene nada que ver con la asamblea que relata. Esta opinión refleja la situación política tensa que se vivía en aquella España de finales del XIX. El periodista se declara tradicionalista, y también carlista, pero hay que recordar que al mismo tiempo estaban surgiendo importantes fuerzas políticas y sociales de izquierdas, y esa fuerte división va a conducir después al choque tremendo que se vivió en el primer tercio del siglo XX. Afortunadamente, en la etapa democrática actual, hemos aprendido a convivir en paz sin importar el origen de cada uno, las preferencias culturales, o las convicciones políticas, construyendo un país avanzado plenamente integrado en la Unión Europea.

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